Una
vez terminada la preparación de 40 días, que comenzó el miércoles de ceniza, los
cristianos conmemoramos este domingo la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén, días antes de su
pasión, muerte y resurrección.
Jesús
es aclamado por una multitud de peregrinos que venían a celebrar la pascua
judía, quienes al verle entrar en un borrico lo rodean con ramos de olivos y palmas en las manos,
extienden sus mantos para que pase sobre ellos, y lo acompañan, entre cánticos
y exclamaciones. “ ¡Gloria! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito
el Reino que viene, el reino de nuestro padre David!¡Gloria en las alturas!
(San Marcos 11, 10).
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